Poema 32 – Barrio Las Flores

Todavía no termino de asumir
las miserias de este mundo
que ya me exigen que asuma
las miserias del que viene.
Logro separar mis miedos comunes
de los miedos catastróficos del universo,
y no creo que sea una virtud,
pero es en lo único en lo que soy ordenado.
Hoy tengo todos los miedos juntos,
floto en la incertidumbre de pensar
si en el mundo nuevo habrá museos
con fotos de personas abrazadas.
Aunque al ratito me calmo,
la mansedumbre de tomar mate,
suspiro, la vida sin abrazos sería un fracaso,
repito, ni siquiera un negocio rentable.
Entonces pienso en todos los abrazos
que nos metimos en el futuro,
invisibles como la mano del mercado,
pero con la fuerza necesaria para sostenerme.
Siempre extraño mi infancia más que cualquier amor,
la libertad de tener miedo sin tener que combatirlo,
sentir el tiempo como ficción y no como desenlace,
latir desde la esencia, soñar en paz que soy un héroe.

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